Como el reseco arroyo
que no fluye,
pobre de ideas y
porvenir,
por los campos en su
devenir,
triste y agostado en
su sufrir.
Como el reseco arroyo
que no fluye,
impaciente de sed,
hambriento de tierra,
que su gente, desheredada
de riqueza patria,
sin agua se queda y
sin pan se va.
Como el reseco arroyo
que no fluye,
con lujos que no cesan
para pudientes, a ojos de sus muchos sirvientes,
moral de cuerpo
presente, velada por los penitentes,
ya se llevan
amortajadas, la dichas éticas dolientes.
Como el reseco arroyo
que no fluye,
somos el pueblo
español arrodillado, ante finanzas y poderes encumbrados,
que nos duelen las
costillas, de soportar falsos políticos hispanos,
deudores de
lo que indecentemente les pagamos…, y
les votamos.