domingo, 19 de noviembre de 2017

LA SEQUÍA EN ESPAÑA

Como el reseco arroyo que no fluye,
pobre de ideas y porvenir,
por los campos en su devenir,
triste y agostado en su sufrir.

Como el reseco arroyo que no fluye,
impaciente de sed, hambriento de tierra,
que su gente, desheredada de riqueza patria,
sin agua se queda y sin pan se va.

Como el reseco arroyo que no fluye,
con lujos que no cesan para pudientes, a ojos de sus muchos sirvientes,
moral de cuerpo presente, velada por los penitentes,
ya se llevan amortajadas, la dichas éticas dolientes.

Como el reseco arroyo que no fluye,
somos el pueblo español arrodillado, ante finanzas y poderes encumbrados,
que nos duelen las costillas, de soportar falsos políticos hispanos,
deudores de lo que indecentemente les pagamos…,  y les votamos.



jueves, 11 de mayo de 2017

EL ABUELO DE ALBERTO CORTEZ

Que maestros cantautores como el gran Alberto Cortez haya quedado en el olvido de las generaciones jóvenes, mientras solo escuchan a maleducados y zafios retoños, amamantados por los contratos millonarios de las productoras estadounidenses, es para lamentarse mucho y dudar del nivel cultural y de sensibilidad de la sociedad en la que vivimos.
Vean, escuchen y reflexionen...
https://www.youtube.com/watch?v=wOFdQA4ZkOs

martes, 28 de marzo de 2017

A LOS JUBILADOS DE UNA ESPAÑA MODERNA Y DEMOCRÁTICA

Siempre trabajando y aportando hacía el futuro en el que se creía…, hacia un País que ahora da la espalda a toda una generación que nació, creció y envejeció acostumbrada a cumplir y obedecer cabeza gacha durante casi cuarenta años.
Y son los actuales poderes fácticos del mismo, neopijos economistas vestidos de banqueros y políticos de ínfima moral, elevados a las alturas a golpe de amistad y donaciones económicas difíciles de justificar, apoyos de Masonería y Opus Dei mediante, los que los ignoran.
Edad burlada por una democracia ingenua, fugaz y voraz de sus últimos deseos, dicho sea el acceso a una sanidad pública y a unos servicios sociales eficaces, así como una pensión que permita llegar al final de cada mes sin recibir amenazas indecentes por parte de entidades de cobro a morosos.
A sus pies deberían postrarse ministros de economía y demás incompetente patulea política por ser ellos los artífices de haber evitado el levantamiento de una sociedad con más de cinco millones de parados, y es que estos abuelos hispánicos, con los pocos ahorros de toda una vida, han mantenido, en estos tiempos de crisis, a sus hijos y nietos,  aún luchando contra azotes bancarios de preferentes e impuestos de IVAs y Venias…
Esa es mi España, plena de chulos y señoritos juerguistas tal cual la describiera Don Pio Baroja, solo que ahora no se guardan en cortijos, fincas o palacetes capitalinos, pues mejor en estos tiempos modernos se enmascaran en sus despachos oficiales y entidades financieras…
Mientras, aquella generación que gastó poca leche en años de posguerra, queda a la espera de que algún día llegue su Cid Campeador, dispuesto a cortar cabezas de infieles y desagradecidos  hijos de la Patria.

TORTURA A IMAGEN Y SEMEJANZA DE DIOS

 
El mundo taurino está muy ligado a las creencias católicas..., es en este punto donde me gustaría incidir preguntando a los aficionados a esta cruel práctica, cuántas semejanzas ven entre el martirio que sufrió Jesús de Nazaret y los seres vivos, criaturas del dios en el que creen, torturados de similar manera.

miércoles, 1 de marzo de 2017

¿Y TÚ QUÉ PENSASTE AL PASAR POR ALLÍ?

El lunes por la mañana pasó por allí Manolo y pensó:
Mírale…, el cabrón…, lleva ahí todo el fin de  semana. Vago de mierda…; La culpa la tiene la gente que le echa monedas. Mira como tiene el vaso…, ¡repleto de dinero!

El martes por la mañana pasó por allí Francisca y pensó:
¡Lástima de vida!, le echo 20 céntimos, si acaso.

El miércoles por la mañana pasaron por allí Daniela y Luis, y pensaron:
¡Hay que joderse, cómo está la ciudad de mendigos!.

El jueves por la mañana pasó por allí Jaime y no pensó nada…

El viernes por la mañana volvió a pasar Manolo y volvió a pensar:
Tiene cojones, ¡qué asco, cómo huele el cerdo este!.

El sábado por la mañana pasó otra vez por allí Francisca y volvió a pensar:
Si es que no puede ser, no puede estar uno dando limosna todos los días.

El domingo por la mañana pasaron otra vez Daniela y Luis, y volvieron a pensar:
¡Hostia!, como está la ciudad.

El lunes por la mañana pasó también Jaime y tampoco pensó nada…

Esta mañana ha pasado el SAMUR y también el furgón de la funeraria municipal para recoger a un mendigo que llevaba más de 7 días muerto en la vía pública, tapado por cartones y mantas viejas.

Nadie pensó que podría haber fallecido..., ¡cómo está la ciudad!.

PUBERTAS VIOLENTIA

No es tema baladí el de los nuevos matones de colegio, que dicho sea de paso, siempre han existido.
Ahora se les llama acosadores pero siempre fue la figura chulesca de esos dos o tres individuos, ávidos de comenzar cada curso escolar para amedrentar y atemorizar a aquellos compañeros recelosos de pelea y buen fondo humano. Esta última condición, a muchas de estas víctimas, les acompañará toda su vida, la única diferencia será que los agresores irán pasando desde el compañero de pupitre al colega de oficina, fábrica o barracón.
Ahora quieren apropiar al profesorado de autoridad para cuidar a aquellos alumnos maltratados por sus compañeros, e incluso se ha habilitado un número de teléfono para atender a las víctimas en su callado anonimato. Bien por la iniciativa, sin embargo, a mi parecer, nunca se logrará erradicar esta lacra si no se empieza desde los cimientos familiares, desde la base de no educar a niños en el enaltecimiento de la violencia, el triunfar aún a base de pisar al prójimo, obsesión por aparentar ser el mejor y cuanto más fortalecido en una ignota zafiedad, mejor.
Son los progenitores o tutores, los que, desde la cuna, deben inculcar a sus hijos un espíritu pacifista que contemple al prójimo como así mismo y obligue moralmente a entregarse para la buena causa.
Y sirva este consejo también para los nuevos maestros de escuela, que logren para sí mismos llevar bien alta la autoridad que el Estado ahora les reconoce, pues líbrenme de aquellos maestros que en mi niñez miraban hacia otro lado cuando se les había partícipes de algún acto de abuso escolar. En el mejor de los casos, una mirada de hastío y un “vete a tu sitio” servía para zanjar el problema de un niño que regresaba a su casa con el alma tocada por la chusca chanza del gracioso de turno.
Mis hijos saben que deben huir de estos matones de mostacho con voz cambiante y demás imberbes maleducados, pero ¿será suficiente con huir?, ¿huir hacia adelante esperando que en su futuro puesto de trabajo les esperen más desprecios…?.

Aportemos todos juntos nuestro grano de arena con hijos, sobrinos, nietos y demás púberes que nos rodeen. Muchas gracias.

DEGENERACIÓN DE GÉNERO

Apoyado sobre la barandilla del Lago de la Casa de Campo de Madrid, hace días fui testigo de una muestra más de la inmundicia humana.
El hecho de rebajar el género masculino hasta denostado nivel se mostraba ante mis ojos cuando un caballero cercano a la edad dorada de las 60 primaveras, en apresurado andar, se paraba en seco y retrocedía sobre sus pasos hasta situarse a un par de metros de una muchacha que apenas sobrepasaría la quincena.
Aquel joven personaje me pareció muy frágil ante el ligero pero ininterrumpido avance hasta ella, por parte de del hombre, que finalmente logró situarse tan cerca como para lograr entablar conversación.
A duras penas, pues mi distancia sobre la escena no era cercana, pude agudizar mi oído para comprender que aquel hombre comenzaba a preguntar a la joven acerca de su situación en aquel lugar, el frío que hacía aquella mañana de noviembre, si vivía cerca de allí…, y varias más  preguntas banales que le llevaron finalmente a ofrecerle invitación a tomar algo en algún bar cercano.
Los ojos de aquel impertinente sujeto no dejaban de mirar la parte lumbar de la muchacha, al descubierto por la corta indumentaria que la misma portaba. El individuo le llegó a sugerir que iba a coger frío en aquella zona, a lo que la chica optó por taparse con avidez.
Finalmente, aquel gorrión logró zafarse del milano acosador. Algo muy inteligente y eficaz le debió de decir que inmediatamente hizo al personaje retomar su camino.
Yo no quise marcharme de aquel lugar hasta ver como se desarrollaban los acontecimientos, en vista de que la cobardía no es mi divisa y me sentía dispuesto a actuar ante el más mínimo signo de violencia. Afortunadamente no hizo falta y todo volvió a la normalidad, la chica continuó distrayéndose con su teléfono móvil y yo, terminando la última calada de mi cigarrillo, me marché de aquel lugar.
Todo volvía a ser igual, igual de inmundo y falto de moral como algunos hombres se empeñan en demostrar,  en perjuicio de la imagen del resto de congéneres masculinos.